Así se celebró el Día de Padre en la Residencia de Adultos Mayores Franklin de la Fundación Gente de la Calle

Con actividades centradas en el intercambio de anécdotas; reflexiones sobre el buen trato; lectura de poemas; y la entrega de premios y regalos, la Residencia Franklin celebró un emotivo Día del Padre.

El modesto pero significativo evento fue realizado en la mañana del pasado viernes 15, en las dependencias de la tranquila casona del barrio Franklin, en la comuna de Santiago.

En fechas de celebración como éstas, a veces también resurgen penas o nostalgias. Sobre todo para quienes han tenido una vida difícil -reconocieron desde Franklin-. Es por ello que la creatividad y la pertinencia, a la hora de armar las actividades, ha sido crucial para motivar la participación y el buen ánimo de los adultos de la casa.

Compartiendo historias de infancia

Más allá de las actividades recreativas y sencillos agasajos, lo más sentido de día estuvo puesto en el ejercicio de memoria, como lo denominó Jacqueline Rodríguez, coordinadora de la residencia. Fue con ello que le dieron un sello distintivo a lo que usualmente es un cordial saludo y un pequeño presente.

“Esta vez decidimos centrar la celebración en reflexionar sobre el buen trato y recordarnos como hijos, más que como padres”, declaró Jacqueline.

“Acá conocemos las historias de cada uno de adultos mayores que viven aquí. Por eso, pensamos que lo mejor es promover recuerdos positivos; dejando esta vez de lado situaciones actuales; de abandono por parte de los hijos, por mencionar un ejemplo” resaltó la coordinadora.

Rosita Abarca, encargada de economato de Franklin, dio el paso inicial relatando una breve historia personal. De este modo, los adultos mayores se fueron soltando y se animaron de buena forma a compartir sus propios recuerdos. Así, terminaron por participar todos los presentes sin excepción.

“Antes -comentó Jacqueline- costaba mucho que los usuarios compartieran fraternamente entre ellos. Hoy conversan mucho más”. Esto iría en línea con el enfoque comunitario que la casa Franklin le ha dado al resto de sus iniciativas.

Ver ejemplo de los talleres realizados en la casa.

“Yo, a pesar de que no tengo recuerdos de un padre, escucho que la mayoría de mis compañeros sí, entonces igual es emocionante. Son cosas que a uno le afectan; escuchar a los otros y ver como se emocionan, a uno le afecta… Lo encontré bonito. Hermoso”, dijo don Juan Carlos (63), uno de los usuarios más nuevos en la residencia.

Buen trato y cuidado del adulto mayor

La jornada coincidió además con Día Mundial para la Concienciación Sobre el Abuso y Maltrato a las Personas Mayores. Por ello, la encargada de la casa se dio el tiempo para enumerar -y comentar con los usuarios- las 10 reglas por una cultura del buen trato hacia las personas mayores:

  1. Reforzar su independencia
  2. Respetar sus preferencias
  3. Evitar el aislamiento y la soledad
  4. Tratarles con dignidad y respeto
  5. Favorecer el uso y aprendizaje de capacidades
  6. Facilitar el uso y control de sus pertenencias
  7. Escucharles y tenerles siempre en cuenta
  8. Favorecer que tomen sus propias decisiones
  9. Evitar el uso de sujeciones y fijaciones
  10. Respetar su intimidad

Finalmente, con poco se puede hacer mucho

Primero vino el bingo con premios, y después los obsequios gestionados por Carolina Luengo, estudiante en práctica de la Universidad SEK, que aunque ya terminó su pasantía, quiso hacerse presente en la jornada y participar de las actividades como voluntaria. “Lo ideal, sería que siempre hubiera gente viniendo y nutriéndolos, y que las personas que vengan se vayan con algo grato” manifestó un par de semanas antes.

A lo anterior, se le sumó un espacio breve de lectura y poesía, a cargo de Anita y de don José: como un gesto sentido de los trabajadores de la Casa Franklin, que con poco parecen hacer mucho.

A su vez, la jornada contó con la colaboración de dos profesionales de Ópticas Bustorf, que luego de participar en un almuerzo especialmente preparado para la ocasión, realizaron evaluaciones oculares gratuitas a todos los usuarios, con la finalidad de aportarles con anteojos nuevos a costo cero.

En ese sentido, desde la Franklin insistieron en agradecer públicamente a las personas que hicieron llegar sus aportes: Sr. Rodrigo Bustorf y Sra. Orlanda Aguayo.

Al finalizar la jornada, algunos adultos mayores de la casa expresaron sus ganas de recibir más visitas, “sobre todo -mencionó don Luis (uno de los usuarios)-, que vengan a enseñarnos de historia, de actualidad”. Demostrando con ello, que las personas aquí también se mantienen ávidas de participar, y opinar del país en el que viven.

 

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