Mauricio Rodríguez, jefe de RSE Vías Chile: “existe una deuda con los sectores más vulnerables que cada vez es más potente»
El jefe de responsabilidad social de la concesionaria comparte opiniones respecto a su rol institucional en las problemáticas sociales. Opiniones dadas en el marco del trabajo que la Fundación Gente de la Calle y Vías Chile desarrollan desde el año 2013, con personas en situación de calle en las autopistas.

Foto: Fundación por una Carrera
La Fundación Gente de la Calle ha declarado con insistencia que la situación de calle no es un problema individual, sino un problema país. Y que es justo en ese sentido que la tarea por la erradicación de la problemática requiere unir fuerzas entre la sociedad civil, las empresas y las instituciones del Estado.
De este modo, una de las estrategias de la Fundación ha sido trabajar de manera conjunta y horizontal con los actores sociales de los territorios donde pernoctan personas en situación de calle. Caso particular se da con las autopistas concesionadas en las comunas de Lo Prado y Pudahuel, donde se levanta una gran cantidad de refugios precarios, conocidos como rucos.
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En un país repleto de desafíos y deudas sociales, las precisiones sobre el rol público y el rol privado, en materia social, no se terminan de definir. La responsabilidad de las empresas respecto a las problemáticas sociales no se agotaría en el pago de impuestos y donaciones, sino que demandaría un involucramiento cada vez más activo en la participación de soluciones de fondo. Sobre todo, cuando estos quehaceres empresariales generan impacto ambiental y social en la ciudad.
Es así, que al alero del Programa Vía Solidaria, que nace de una colaboración permanente entre Gente de la Calle y Vías Chile, se perfila una forma de trabajo que apunta a transformar las miradas sobre el problema. Y con ello, incidir en los actores locales, promoviendo nuevas formas de intervenir. Todo con miras a erradicar la situación.
Hace pocas semanas el Ministerio de Desarrollo Social anunció el programa Compromiso País. Iniciativa que involucra con gran fuerza al mundo privado de mayor peso en Chile. Cabe ver entonces, cómo se irán posicionando los roles del mundo empresarial en general respecto a su responsabilidad social empresarial, en materia de vulnerabilidades sociales.
Mauricio Rodríguez es ingeniero comercial de la Universidad de Chile con más de 15 años en empresas de servicios y retail, y desde hace más de 2 años es jefe de Responsabilidad Social Corporativa en Abertis Autopistas Chile. En la siguiente entrevista el profesional comparte impresiones generales varios tópicos relacionados a la situación de calle y la vulnerabilidad social en Chile.
Como indica el jefe de responsabilidad social corporativa de Vías Chile: “si las empresas privadas no empiezan a jugar un rol, en algún minuto algo va a hacer crack, y de eso es lo que hay que tomar conciencia hoy día”.
Voluntad de involucrarse
¿Cómo explica usted el vínculo entre Vías Chile y la Fundación Gente de la Calle?
Con la Fundación Gente de la Calle tomamos contacto el año 2013, a partir de la necesidad de realizar algún trabajo que nos permitiera intervenir a las personas en situación de calle que están en torno a nuestras autopistas. Creamos un programa que se llama Vía Solidaria que partió primero en la autopista central y hoy cubre también la Ruta 68, la 78 y situaciones de contingencia en otras rutas de Santiago.
¿Qué opiniones tenían de la problemática de la situación de calle al acercarse a la Fundación?
Para ser honesto, cuando nosotros partimos teníamos absoluto desconocimiento de la realidad en que viven las personas en situación de calle. No sabíamos cuál era su origen; las situaciones o condiciones que llevaban a que personas terminaran en situación de calle; su lado más humano; o bien, cuál era el impacto más directo (de esta realidad) y los obstáculos que hacían difícil que las personas pudieran abandonar su situación de calle.
Entonces, lo primero fue reconocer que para nosotros era una situación desconocida, y que teníamos distintos prejuicios o denominaciones que no correspondían: el vagabundo, el viejo del saco, entre otras. No sabíamos que muchas de estas personas tenían necesidades y sueños, y que muchos tenían la voluntad de superar su situación. Y también nos dimos cuenta que ellos estaban absolutamente desconectados de cualquier red de apoyo. Como decimos acá, estaban en un pozo, donde los cordeles estaban cortados.
¿Cuáles fueron las primeras tareas que se definieron con Vía Solidaria?
Con la Fundación decidimos desarrollar un programa que comprendía que las personas (antes de que se pudieran insertar laboralmente) tenían que cumplir con una serie de pasos previos que sí se podían hacer. Y que eso dependía de nuestra voluntad y obviamente de una pequeña voluntad de las personas que estábamos interviniendo.
Las acciones consistían en ayudarlos a sacar el carnet de identidad, inscribirlos en el consultorio, ver su situación legal, entre otras. Apoyos en una serie de cosas que nos permiten, poco a poco, ir reconectándolos, hasta que finalmente pudiéramos en algunos casos lograr “el egreso”, que es el objetivo de sacarlo de la situación de calle.
Ese ha sido un trabajo que durante estos 5 años no ha estado exento de dificultades. Hemos tenido casos de éxito, pero también hartas derrotas. Pero hay una consciencia hoy día, a nivel de nuestra organización, que son 800 empleados en seis autopistas, donde los miramos de otra manera. Ese es un primer gran logro.
Hay un llamado global de la Agenda 2030, con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que está generando una tendencia a asumir roles pro activos en la superación de la pobreza. ¿Cuánto recogen de aquello?
Nosotros somos parte del Pacto Global de las Naciones Unidas hace varios años. Firmamos el compromiso de trabajo por los ODS. Trabajamos aquellos aspectos que nos acercan a los territorios y comunidades vecinas donde existe gran vulnerabilidad. De hecho el año 2016 fuimos premiados por Pacto Global Chile, reconociendo nuestro plan Red Viva en la categoría de derechos humanos. Entonces hay un compromiso que es permanente. Aquello está en los objetivos estratégicos de la compañía.
Nuestro objetivo es crecer como cualquier empresa, pero crecer con sustentabilidad. Cuando uno habla de sustentabilidad lo baja, o lo interpreta, en pequeños aspectos: en escuchar a la comunidad, en aportar no solamente desde el punto de vista de nuestro negocio, sino también aportar desde el punto de vista de ser un actor relevante en los territorios.
Sentido de urgencia
¿Cuáles cree usted que son los desafíos más urgentes que tiene el mundo empresarial en materia de responsabilidad social?
Yo te diría que hay una situación en Chile que es delicada, que no sé si es reversible. Hay un nivel de desigualdad que cada vez es más fuerte y eso no es bueno. Hay una segregación que cada vez es más notoria. Tampoco es bueno. Vemos que a pesar de todo el trabajo que se ha hecho estamos con grandes niveles de segregación. Hoy vemos que hay personas que viven en situación de allegados similares a las que teníamos hace veinte años atrás.
Entonces estamos en un país que crece económicamente, que en veinte años se ha transformado prácticamente en un país en desarrollo, pero con una deuda en los sectores más vulnerables que cada vez es más potente. El abismo en el que estas personas están es cada vez más profundo, y nos tenemos que hacer cargo. No le podemos pedir solo al Estado que se haga cargo, si las empresas privadas no empiezan a jugar un rol, en algún minuto algo va a hacer crack, y de eso es lo que hay que tomar conciencia hoy día.
Si todos aportamos, desde nuestro ámbito en los territorios en los que estamos, y en los ámbitos que son más relevantes para nosotros que tienen que ver con nuestro negocio, obviamente que esta situación debería empezar a mejorar. No es que uno diga que sería bueno o sería bonito, sino que es absolutamente necesario y urgente que se tome conciencia que las empresas privadas tienen que jugar otro rol.
Respecto a ello, ¿cómo cree usted que se han comportado las empresas?
Yo he visto que en los últimos diez años ha habido un crecimiento importante de empresas que han tomado este tema y eso es bueno. Esperemos que eso siga.
Desafíos del “área chica”
¿Cuál es su opinión respecto al trabajo de las mesas de coordinación entre diferentes actores en los territorios? Dígase municipio, comunidad, consultorios, entre otros.
Quizás es el aspecto que menos ha evolucionado en los cinco años que llevamos de trabajo. Es esperable que todos los actores se sienten en la mesa: municipalidades, salud, seguridad, los vecinos que conviven con las personas en situación de calle. Que con ellos se desarrollen soluciones en las que todos aporten su mirada. Pienso que a eso todavía le falta mucho. Está bien en pañales.
¿He ahí el desafío de sensibilización que motive pro actividad?
Nosotros entendemos que este trabajo requiere de la voluntad de una serie de organizaciones. Voluntad que a veces no es tan visible, porque es un tema muy difícil de abordar y resolver. Pero en conjunto con la Fundación hemos generado espacios donde se han incorporado municipalidades, algunas ONG, algunos servicios específicos, inclusión de carabineros, de manera de poder ir generando una estrategia más integral.
Yo creo que hay voluntad de todas las partes, lo difícil es la continuidad y el compromiso en el tiempo, para que las tareas puedan materializar logros.
Nosotros como concesionaria tenemos un mandante que es el Ministerio de Obras Públicas, que nos exige ciertas condiciones de operación y de mantención de nuestras autopistas. Es con ellos que tuvimos que hacer todo un trabajo de sensibilización respecto a la manera en que abordamos la temática, los rucos y el problema de la situación de calle existente en nuestras vías. Debatimos sobre cuál es el modelo que corresponde aplicar para controlar y de alguna manera disminuir la presencia de estas personas en nuestras autopistas.
¿Cómo visualiza el rol de Vías Chile en el impulso de estas mesas de trabajo territorial?
Nos vemos con una participación activa y con una voluntad de colaborar para que las organizaciones, que se incluyen en esta mesa, también puedan lograr sus objetivos, que finalmente deberían ser los mismos que los nuestros. Porque aquí los que están al medio de la mesa son las personas en situación de calle. Entonces, en ese sentido aplaudimos que haya más actores sentados en estas mesas y estamos con la mejor disposición para colaborar.
Opiniones país
¿Tiene expectativas respecto al plan de gobierno: Compromiso País?
Yo creo que todas estas iniciativas son tremendamente plausibles. Acá nadie tiene un oráculo, nadie tiene toda la verdad. La variabilidad de soluciones es súper compleja. Pero a mí me parece que es una salida muy necesaria y seguramente va a permitir que la tasa de soluciones, de egresos y mejoras de la situación de estas personas crezca; que haya más casos resueltos y que mejoren las condiciones a un ritmo más rápido del que hoy se está logrando entre los pocos actores que están actuando sobre el tema.
Hay escepticismo respecto a si son, o no son, propuestas permanentes.
Bueno, eso es uno de los desafíos. Pero lo importante es que por lo menos la empresa privada ya empieza a tomar un rol. Que no solamente son algunas ONG las que se están haciendo cargo con algunas organizaciones del Estado del tema. A mí me parece que eso es súper positivo.
¿Se ha dicho que las empresas recurren a esto por el típico lavado de imagen y que terminan generando programas cosméticos?
Cuando partimos con el programa Construye tu futuro en Lo Espejo, prácticamente no había ninguno de los chicos de los liceos municipales que continuara en la Educación Superior. Hoy día tenemos 37 chicos en la universidad. Ellos están apoyados por colaboradores de Vías Chile que todos los meses se contactan con ellos, los apoyan y les ayudan a resolver problemas. Hacen el rol de apoyo, a veces de apoderados ya que algunos no lo tienen. Hemos logrado tener egresados.
Hoy día estamos haciendo el programa en las seis autopistas. Estamos en diez comunas y en más de 10 colegios. Y resulta que hoy día uno va viendo que en Lo Espejo un noventa y tanto por ciento de los chicos quiere seguir estudiando. Respecto a que si los programas son cosméticos o no, eso habla por sí solo. Eso es lo que nos motiva a seguir a adelante con esos programas.
Nos quedan casos de éxito en el Programa Vía Solidaria. Cuando tú trabajas con 20 personas y logras sacar una, y aunque logres sacar una… Esas cosas para nosotros son logros. Respecto a eso, hay un compromiso de la alta dirección de la compañía por mantenerlo.